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Pablo D. Santonja | @datosantonja

La Jenga es un juego de mesa que ha cautivado a personas de todas las edades desde su creación. Es conocido por su mezcla de habilidad, paciencia y un poco de suerte. El juego Jenga fue inventado por Leslie Scott, una mujer nacida en Tanzania y criada en varios países africanos debido al trabajo de sus padres. La idea de Jenga se originó a partir de un juego que su familia jugaba durante la década de 1970. Usaban bloques de madera apilables hechos a mano, y el objetivo principal era retirar bloques de la torre sin que ésta se derrumbara.
El nombre “Jenga” proviene del verbo en suajili “kujenga”, que significa “construir”. Leslie Scott seleccionó este término para reflejar las raíces del juego en su infancia africana. En 1983, Scott introdujo el juego en una feria de juguetes en Londres y fundó su propia empresa, Leslie Scott Associates, para producirlo.
Los Fuzzies aporta un toque moderno y desenfadado que refresca un concepto conocido por todos
Tras su introducción inicial, Jenga atrajo la atención de diversas empresas de juegos. A mediados de la década de 1980, la compañía de juguetes Milton Bradley (ahora parte de Hasbro) adquirió los derechos para distribuir el juego a nivel mundial. Esto marcó el comienzo de su expansión global.

La sencillez de las reglas —retirar un bloque de madera y colocarlo en la parte superior de la torre sin que esta caiga—, combinada con la tensión creciente a medida que la torre se tambalea, hicieron de Jenga un éxito inmediato. El juego también ha inspirado variantes, como versiones gigantes para exteriores, ediciones temáticas y aplicaciones digitales, o la evolución del propio juego: Los Fuzzies, un juego de mesa distribuido por ASMODEE que bebe directamente de la dinámica de la Jenga con una forma de juego renovada.
A diferencia de otros juegos similares, el juego no termina si alguna ficha cae, sino que se convierte en parte de la dinámica
Los Fuzzies es otro juego de mesa que, al igual que Jenga, combina la habilidad y el nerviosismo en una experiencia divertida para todas las edades. Diseñado por los creadores Alex Hague, Justin Vickers y Wolfgang Warsch, presenta una vuelta de tuerca de esta conocida dinámica.
El diseño utiliza pelotitas de felpa de colores brillantes que se apilan en una torre tambaleante. Los jugadores usan unas pinzas o incluso sus propias manos para extraer pelotitas sin que la estructura colapse. A diferencia de otros juegos similares, el juego no termina si alguna ficha cae, sino que se convierte en parte de la dinámica. Con cada bola caída, el jugador deberá coger una carta que le pondrá un “reto” a modo de penitencia, que dificultará su tarea. De esa forma, el propio jugador depende de su habilidad para evitar ponerse más trabas en la partida y no ser el responsable de la caída de toda la torre.

Para volver a montar el juego es tan simple como meter todas las bolas en el cubilete de origen y apretar ligeramente para que se peguen entre ellas.

Los Fuzzies tiene una edad recomendada a partir de los 6 años, con partidas rápidas que oscilan entre los 5 y 15 minutos, lo que lo hacen un juego perfecto para romper el hielo en reuniones familiares y con amigos. Además, estructura y el material inusual lo hacen destacar por el efecto “wow” que tiene entre los nuevos jugadores.
Tanto Jenga como Los Fuzzies ofrecen experiencias inolvidables, cada uno con su propio estilo y enfoque. Mientras Jenga es un clásico que pone a prueba la precisión y la estrategia, Los Fuzzies aporta un toque moderno y desenfadado que refresca un concepto conocido por todos.
Lo puedes encontrar por 17,99€ aquí