Rafael Amador y Emilio Fernández Caracafé serán distinguidos con el Premio Punjab 2025
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Dos grandes protagonistas de la cultura flamenca serán homenajeados este jueves 12 a las 19 horas en el Hotel Intelier Rosa. Se trata nada más ni nada menos que de Rafael Amador, ex integrante de Pata Negra, y Emilio Fernández Caracafé, ambos músicos gitanos a los que se les distinguirá con el Premio Punjab 2025.
Los Premios Punjab no son simplemente un galardón; son una celebración viva de la creatividad no domesticada, del arte como herramienta de dignidad y de la herencia gitana como motor de vanguardia musical. Son, también, un acto de memoria, de justicia poética, y de compromiso con el presente.
Con una programación abierta al público, esta iniciativa busca fomentar la visibilidad, en reconocimiento y la convivencia intercultural, ya que la cultura gitana es una parte vibrante y esencial de nuestra historia.
En sus aulas abiertas suenan palmas, tangos, bulerías y compases que enseñan no sólo técnica, sino memoria, pertenencia y futuro
El primero de los homenajeados, Emilio Fernández Caracafé, no sólo ha sido un artesano del sonido y una figura silenciosa detrás de algunas de las producciones más conmovedoras del flamenco y la música gitana contemporánea. Es, además, el director artístico de la Fundación Alala, entidad aliada de Punjab que impulsa estos premios y que trabaja incansablemente por la visibilidad y la transmisión del arte gitano.
Desde esta posición, Caracafé ha sido clave en el desarrollo de proyectos de educación artística para niños y niñas gitanos, donde el flamenco, la guitarra, el baile y el cajón no se enseñan como disciplinas decorativas, sino como herramientas de expresión, identidad y empoderamiento. Su visión combina la ternura del maestro con la sabiduría del músico que ha recorrido medio mundo con los pies en el suelo y el oído en el alma.
Fundaciones aliadas por el arte y la infancia
La entrega de los Premios Punjab 2025 no sólo celebra trayectorias individuales, sino también la alianza entre dos entidades profundamente comprometidas con la cultura y la infancia gitana: la Fundación Punjab y La Fundación Alala, dos organizaciones hermanadas en la convicción de que el arte es un derecho, no un privilegio.
Ambas fundaciones colaboran activamente en programas educativos que utilizan el arte flamenco como vehículo de transformación social, acercando la música a barrios y comunidades donde los niños y niñas gitanos muchas veces crecen lejos de los espacios culturales institucionalizados. En sus aulas abiertas suenan palmas, tangos, bulerías y compases que enseñan no sólo técnica, sino memoria, pertenencia y futuro.
Rafael Amador: la guitarra flamenca que abrazó el blues
El segundo galardonado, Rafael Amador, es historia viva del flamenco. Fundador junto a su hermano Raimundo del grupo Pata Negra, Amador supo inventar un idioma nuevo donde el blues del delta se encontraba con la soleá del arrabal, y donde la guitarra flamenca se emborrachaba de rock, funk y psicodelia sin perder el duende.
Caracafé ha sido clave en el desarrollo de proyectos de educación artística para niños y niñas gitanos, donde el flamenco, la guitarra, el baile y el cajón no se enseñan como disciplinas decorativas, sino como herramientas de expresión, identidad y empoderamiento
Con discos como Rock Gitano o Blues de la Frontera, Pata Negra cambió para siempre la percepción del flamenco como género cerrado, y Rafael Amador se convirtió en un símbolo de la libertad sonora, de la disidencia cultural, y del poder creativo de los márgenes. Su forma de tocar —ruda, lírica e intuitiva— sigue siendo hoy referencia ineludible para generaciones enteras de músicos.
El Premio Punjab 2025 reconoce en él no sólo al innovador musical, sino también al referente gitano que nunca renunció a su identidad, ni siquiera cuando el sistema quiso domesticarlo o ignorarlo.
Una ceremonia con arte y alma
La gala será presentada por la escritora Noelia Cortes, con la participación de la directora del Museo del Flamenco Pop, Cathy Claret, la coordinadora de proyectos culturales de la Fundación Punjab María Heredia y la presidenta de la Fundación Punjab Ana Giménez Adelantado.
El acto contará con actuaciones musicales, intervenciones sorpresa, proyecciones documentales y momentos de profundo contenido emocional. Será, como definen desde la organización, “una fiesta para el alma”, donde la música será también un acto de resistencia.