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Mauro Nicolás Gamboa
Una jornada de martes en Madrid, en la que Nuevatribuna.es decía presente a través de mi ser en el Real Jardín Botánico Alfonso XIII, en el corazón de la ciudad universitaria de la Universidad Complutense de Madrid, para degustar un vino musical complejo, con aromas a frutos maduros, perfume de mar guipuzcoano, notas elegantes a madera tostada y equilibrado por demás. Reposado, sobrio y contundente a la vez, fue el show de dos horas de duración ofrecido por Mikel Erentxun y compañía.
Al ingresar al recinto, percibimos un año más, que las cuidadas instalaciones lucen resplandecientes, con encanto, con amplias zonas ajardinadas especialmente adecuadas para la experiencia musical y en las que se cuidan los detalles al milímetro. Un respeto máximo por la naturaleza, donde las energías renovables juegan un papel protagonista, se reciclan materiales como las maderas utilizadas en ediciones anteriores, una fusión única con el arte acompañado de la mejor gastronomía y todo bajo la atenta mirada de la organización del Festival. Seguramente, todo esto, es lo que ha tenido en cuenta el jurado de la Academia de los Premios de la Música de España, para otorgarle el reconocimiento y el galardón a Noches Del Botánico como Mejor Evento Musical del Año por lo realizado en 2024.
Noches del Botánico es una experiencia imperdible que aúna sostenibilidad, ADN musical y magia
A las 20 horas iniciaban los Red Moon Yard su atrapante show y comenzaban con su invocación “Mantra”, canción incluida en su primer disco de estudio Pureland, el cual, tan buenas críticas han cosechado. La banda es la primera de rock budista del mundo y verlos en directo es una experiencia que acaricia el alma mediante contundentes riffs, pedal steel guitar y poesía. El proyecto capitaneado por Marcos Fermoselle, rubrica en vivo esa fusión única entre arreglos folk, sonidos con esencia norteamericana, raíces de autor y canciones que suenan muy afiladas. Por momentos, hay hasta cuatro guitarras tocando a la vez. En el contundente y pulcro set, interpretaron piezas como “Samsara”, “She”, para la cual han contado con Álvaro Urquijo de Los Secretos en su nueva versión, “Weird Song”, “Kappa 4” y su himno “Queen of my Sorrows”. Gran ovación al finalizar su actuación.
Unos ajustes sobre el stage, el público tiene tiempo de refrescar su espíritu, hacer uso de las hamacas distribuidas en todo el recinto, oír los clásicos atemporales que suenan en la zona Momentos Alhambra, acercarse hasta el Mercado del Encanto donde artesanos exponen y nos invitan a disfrutar de sus creaciones de moda, joyería y complementos entre otros, cenar con la amplia oferta gastronómica o simplemente dar un paseo por un lugar que tiene encanto propio. Noches del Botánico es una experiencia imperdible que aúna sostenibilidad, ADN musical y magia.

A las 22 horas en punto ingresaba la banda y ante una atronadora ovación, el espectáculo bajo el título DUNCAN DHU 40 Aniversario - Mikel Erentxun, disparaba certeramente al corazón de los fans, que habían agotados todas las entradas para las dos jornadas que tiene a la banda como protagonista, con “Capricornio”, el clásico compuesto por Diego Vasallo, quien lamentablemente no participa de esta gira.
En el escenario, las columnas verticales de luces adicionales, los focos potentes ubicados en los laterales, las alfombras que dan la sensación de calidez, el grupo que suena sólido, perfectamente engrasado, posicionado los más próximo posible al público y sumado al acompañamiento continuo de sus seguidores, hacen que el concierto sea realmente épico.
Repasan clásicos de su amplia discografía transformando la velada en un karaoke de principio a fin. Este navío sonoro vasco, pero con perfume escocés desde su raíz, sabe cómo morder certeramente al respetable e inyectarle su música. Veinte años no es nada rezaba el tango de Gardel, pero cuarenta, son efímeros, si nos basamos en el excelente estado de forma que demuestra el donostiarra sobre las tablas. Cuestión que él mismo se encarga de destacar recordando su reciente operación de rodilla. Anuncia el frontman que van a pasar calor, pero del bueno. Y vaya si encendió, con su obra, una llama sagrada en el interior de los miles de asistentes congregados.
Mikel recordó por el quinto aniversario de su fallecimiento a Pau Dones, otrora líder de Jarabe de Palo, con una versión lacrimógena por demás de “Agua”
Mikel, con su característico sombrero, custodiado por su inseparable guitarra y rodeado de grandes músicos, saca todo su talento y lo comparte con sus devotos seguidores que cantan junto a él, con el corazón, piezas del calibre de “Una calle de Paris” (¡¿alguien ha cometido el sacrilegio de no oírla paseando por el parisino barrio de Montmartre?!). “Rosa gris”, “Entre salitre y sudor” y “A tu lado” entre otras. El lienzo que están pintando los Duncan Dhu es digno de enmarcar.
Clásico tras clásico tras clásico, prosigue una noche única. Las canciones del grupo guipuzcoano, no han envejecido, han adquirido experiencia y ya sabemos, eso es un grado en la vida. Las emociones son palpables en los rostros de los presentes que habían agotados todas las localidades. El recinto late al unísono y Mikel anuncia que “es probablemente la canción menos conocida de la noche, pero es mi favorita” y tocan “Desnuda”.
Mikel recordó por el quinto aniversario de su fallecimiento a Pau Dones, otrora líder de Jarabe de Palo, con una versión lacrimógena por demás de “Agua”. Aplausos y más aplausos al concluir la canción. Enrome gesto de amor del artista. Marina Iniesta lo acompaña con su voz y guitarra en un par de canciones y llegamos lamentablemente a la recta final de la velada histórica.
Antes de concluir, quiero agradecer especialmente a Juan Carlos Moreno por su profesionalidad, trabajo y ayuda en todo momento para que podamos realizar nuestra tarea, a todo el staff del festival y a Noches del Botánico y a Fer González por las fotografías.
El epilogo hace rugir aún más al respetable, si es que eso era humanamente posible. Disparan con los himnos “No puedo evitar pensar en ti”, “Esos ojos negros”, “Jardín de rosas”, “Cien gaviotas” y “En algún lugar”. Atronadora y exhaustiva ovación se lleva el grupo al finalizar su cautivador directo plagado de hits.
El público extasiado y feliz por haber vivido una noche mágica, se retira paulatinamente, previa parada, disfrutando de la penúltima bebida espirituosa de la jornada en las instalaciones de Noches del Botánico y deseando volver para disfrutar del excelente cartel artístico de esta nueva edición.
Duncan Dhu, historia viva de la música. La aventura continua. ¡Feliz 40º aniversario!