<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=621166132074194&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
sábado. 14.06.2025
TRIBUNA POLÍTICA

Nada tan práctico como una buena teoría

La máxima de que si quieres ser práctico pongas en marcha una buena teoría vuelve a funcionar.

Necesitamos tu ayuda para seguir informando
Colabora con Nuevatribuna

 

El encabezado de esta columna es un mantra que todo estudiante de ciencias sociales habrá oído en alguna ocasión. Si quieres obtener efectos prácticos en tu acción, comienza por desplegar una sólida teoría. El axioma, que fue lanzado inicialmente en el contexto de la reglas de la metodología de la ciencia, pronto pasó al escenario de la política. Las sólidas exposiciones se inundaron de visiones y de voluntarismos que mezclados con esquemas filosóficos elegidos ad hoc como apoyos coyunturales, convirtieron las teorías en ideologías. Así que un instrumento diseñado para el análisis se convierte en una forma de interpretar la vida, una cosmovisión. Sé que es una forma simplista de presentar la cuestión de la ideología en la conformación del espacio de lo político, pero recordad que apenas dispongo de una cuartilla para expresarme. Gracias a su poder organizativo de todo en torno a sí mismas, las teorías están en el centro de la acción política desde que tenemos memoria.

Ayuso acude a la hipótesis clásica de la lucha por la libertad contra el comunismo, pero no se da cuenta de lo añeja de la proclama anticomunista

Si Hannah Arendt estaba en lo cierto, y así lo creo yo, la mentira es más deudora de la teoría que la verdad, porque esta última cuenta con la factualidad de los hechos para corroborarse como cierta sin tener que acudir a artificios o interpretaciones aviesas de lo real. Algo que si necesita, y desesperadamente, la mentira. Se dice que se coge antes a un mentiroso que a un cojo precisamente por eso, porque resulta excesivamente frecuente una disociación evidente entre los hechos y las teorías mentirosas que se les oponen. La acción política basada en la mentira exige disponer de una teoría con un grado de sofisticación y profundidad muy elevadas, por encima de la contundencia de los hechos. Los mentirosos están obligados a una creatividad expositiva que va mucho más allá de lo razonable, por eso resultan tan exuberantes los apartados conspiranoicos de las teorías mentirosas. 

La tesis de la bipolaridad del mundo entre el comunismo y su némesis anticomunista que dominó la acción política que recorre el planeta entre el fin de la II guerra Mundial y la caída del muro de Berlín es perfecta en este sentido. Toda acción de dominación colonial norteamericana, toda guerra iniciada por el disfrute de las riquezas externas y por la dominación de los sistemas geopolíticos fue enmascarada en la teoría del mundo escindido en dos partes, una buena capitalista y otra mala comunista. Y la cosa funcionó hasta el punto de resultar aceptable el bombardear poblaciones desarmadas en Vietnam, Afganistán, Irán o Chile. Fuere lo que fuere toda intervención venía abalada por la necesidad de combatir el comunismo internacional descrito en la teoría como el origen de todo mal. Toda barbaridad estaba justificada y plenamente engarzada en la hipócrita teoría del combate por la existencia.

No veo más que un simplón y reiterado váyase señor Sanchez, por qué, porque yo lo valgo. Ya se lo dije, no soy presidente porque no quiero

Como el periodismo sensato en su momento y la revisión histórica actual demuestran, la teoría del mundo escindido no era suficientemente estable para justificar cuantos horrores se practicaron en todo el mundo. Lo que hoy ocurre en Gaza es un episodio tardío de esa forma de entender la vida y de enfrentar sus contradicciones, donde antes había comunistas embozados, ahora en Gaza se han convertido en irredentos terroristas islámicos que deben ser extinguidos por idénticas ideologizadas razones. La máxima de que si quieres ser práctico pongas en marcha una buena teoría vuelve a funcionar.

Y no entiendo cómo no se aperciben de ello en el partido popular que anda lanzado a una guerra sin cuartel contra el gobierno progresista pero no acaban de tener una teoría que lo estructure todo, excepto el consabido el que pueda hacer que haga, que no es una teoría sino un reconocimiento de no disponer de ella y tener que acudir al arrebato final, como si del Alcoyano en partido de descenso se tratara. Sí es verdad que Ayuso acude a la hipótesis clásica de la lucha por la libertad contra el comunismo, pero no se da cuenta de lo añeja de la proclama anticomunista, ella cree que es una rabiosa declaración vintage renovada, pero lo cierto es que huele al ropavejero de la catequesis de S. Vicente de Paul. Algo más atinada me parece la teoría en la que se halla instalado Vox, que viene a decir que aquí mandan mis santos huevos toreros y punto. No es una teoría muy elaborada pero responde al canon del poder ejercido contra el que sea, del que ahora sobran los ejemplos y en amplia gama de colores y tallas.

Algo más atinada me parece la teoría en la que se halla instalado Vox, que viene a decir que aquí mandan mis santos huevos toreros y punto

No entiendo cuál es la tesis política que se esconde tras los líderes populares y no acabo de ver por dónde andan las líneas de renovación que se supone aparecerán como vertebradoras del proyecto popular del futuro. No veo más que un simplón y reiterado váyase señor Sanchez, por qué, porque yo lo valgo. Ya se lo dije, no soy presidente porque no quiero, pero ahora me empieza a apetecer. No me obligue a relatar una vez más todos esos casos escasamente fundados sobre su corruptibilidad y la de su gobierno, que si hace falta le miento a su mujer y a su hermano ¡qué estoy mu loco eh!

Y convencidos andan en que ya tienen un armazón político para cambiar la opinión de la sociedad española, yo mismo me esfuerzo por entenderlo, pero solo oigo la tradicional trova latina del Quítate tú pa ponerme yo.

Nada tan práctico como una buena teoría