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El pasado 13 de octubre, el Pentágono anunciĂł la decisiĂłn del presidente estadounidense de desplegar en Israel su “sistema mĂłvil de defensa aĂ©rea de área a gran altitud THAAD”, incluyendo a los cien Irán respondiese a la esperada represalia israelĂ por el lanzamiento iranĂ de unos 200 misiles en la noche del 1 al 2 de octubre como consecuencia de la invasiĂłn israelĂ del LĂbano de ese mismo dĂa.
Con este nuevo despliegue, soldados estadounidenses, actuando desde territorio israelĂ, van a entrar en combate. Esto ya no es apoyar a un aliado, es participar en la guerra
En principio, la medida pudiera parecer un elemento más del cuantioso y sostenido apoyo estadounidense a la triple guerra que mantiene Israel en el Cercano Oriente: ocupaciĂłn de la franja de Gaza, invasiĂłn del LĂbano y combate a distancia mediante ataques aĂ©reos tripulados, cohetes y misiles con el resto del conocido como Eje de Resistencia islamista. Pero es algo más. Ya no se trata de proteger el cielo israelĂ con la excusa de proteger la navegaciĂłn y el comercio en el mar Rojo (OperaciĂłn Guardián de la Prosperidad) o con la excusa de interceptar (o informar para que puedan ser interceptados) misiles sobrevolando el espacio aĂ©reo internacional. Con esta medida, con este nuevo despliegue, soldados estadounidenses, actuando desde territorio israelĂ, van a entrar en combate. Esto ya no es apoyar a un aliado, es participar en la guerra. La careta, aun habiendo sido hasta ahora bastante translĂşcida, ha terminado por caer del todo, se ha vuelto transparente.
Un nuevo despliegue que, seamos realistas, no va a afectar significativamente, sin embargo, al curso de la guerra, cuya duraciĂłn y escenario final sigue siendo una incĂłgnita. Porque Israel, ni va a aceptar la descolonizaciĂłn e independencia de Palestina (sea cual sea su tamaño y lĂmites finales) ni va a conseguir la total expulsiĂłn de los palestinos del territorio palestino, su tierra; ni los palestinos van a sucumbir a la aceptaciĂłn de su aniquilaciĂłn. Perderán otra vez, como llevan perdiendo desde 1948 e, incluso, desde 1917 (DeclaraciĂłn Balfour), pero volverán a resurgir como lo llevan haciendo desde 1948 e, incluso, desde 1917
Pero sĂ es un Ăndice (un Ăndice más) de la inutilidad de las instituciones por las que teĂłricamente se rige el actual orden internacional. Empezando por la propia OrganizaciĂłn de las Naciones Unidas (ONU), a las que Israel, no sĂłlo desprecia en su quehacer cotidiano, sino a la que ningunea, insultando y menospreciando a su secretario general, al que ha declarado persona non grata; obstaculizando la labor humanitaria de su organizaciĂłn sobre el terreno, la UNRWA (Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente), a la que recientemente ha expropiado su sede en JerusalĂ©n Este (teĂłrica y legalmente territorio palestino … “ocupado”) para construir viviendas para colonos israelĂes y a la que le ha destruido más de 190 infraestructuras, incluidas sanitarias, desde que empezĂł, el 7 de octubre de 2023, este Ăşltimo episodio de la vieja guerra por la expulsiĂłn de los palestinos y la desapariciĂłn de Palestina; y atacando a sus tropas allĂ desplegadas, la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en LĂbano, FINUL, con un balance de siete heridos y una torre de vigilancia dañada hasta la fecha. Israel alude a que Hezbolá utiliza a los componentes de la FINUL como escudos humanos, pero, hasta ahora, que se sepa, solamente ha sido un tanque israelĂ el que se ha refugiado en las instalaciones de la FINUL para protegerse de sus perseguidores libaneses.
A partir de que se materialice el despliegue de la unidad THAAD en Israel, un paĂs activo en una guerra tendrá además de la facultad de proponer soluciones a dicha guerra, es decir, juez y parte
Una OrganizaciĂłn, la de las Naciones Unidas (ONU), donde, en Ăşltima instancia, el poder de decisiĂłn corresponde a un sanedrĂn (el Consejo de Seguridad) de los cinco paĂses que, con derecho a veto, constituyen sus permanentes. Entre ellos, Estados Unidos. Lo que, en el fondo, significa que, a partir de que se materialice el despliegue de la unidad THAAD en Israel, un paĂs activo en una guerra tendrá además de la facultad de proponer soluciones a dicha guerra, que ya tiene como miembro permanente del Consejo de Seguridad y como primera potencia econĂłmica, tecnolĂłgica y militar del mundo, tambiĂ©n, incluso, la de vetar los posibles intentos de soluciĂłn que no favorezcan sus intereses. Juez y parte.
En el fondo, nada nuevo bajo el sol. Solamente, una constataciĂłn más de la validez (de la no-validez) polĂtica de la ONU para resolver los litigios inter-nacionales, especialmente si estos son conflictos armados. Lo que, sin embargo, no la invalida para las otras muchas áreas en los que la labor de la ONU no sĂłlo es beneficiosa, sino, en muchos casos, imprescindible. La ONU funciona y funciona bien, creo, pero su problema es que, creada en teorĂa para expandir la democracia por todo el mundo entre otros fines, no es democrática, no se creĂł democrática, sino siguiendo la ley del más fuerte, de los cinco más fuertes (o mejor situados por diferentes razones) en el momento de su creaciĂłn.
Y de aquellos polvos, vienen estos lodos. Juez y parte.
Especulemos. Quizás fuese pertinente suprimir el Consejo de Seguridad y dejar que las soluciones las aportase la Asamblea General mediante consultas internas y decisiones por mayorĂas. Sin sanedrines ni burĂłs selectivos. Como en cualquier parlamento democrático, vaya. Con capacidad de resoluciones de obligado cumplimiento, tanto para los afectados como para los propios de la Asamblea. Con financiamiento proporcional segĂşn la regla de que quien más tiene, más paga.
Se alega que, “se perderĂa eficacia y agilidad”. ÂżNo hace perder eficacia la capacidad de veto, la decisiĂłn de un solo paĂs, que además suele tener intereses propios en los temas a debatir? ÂżEs eficacia y agilidad que el conflicto en Palestina lleve activo ya más de un siglo? ÂżNo deberĂa la polĂtica servir para combatir y compensar los abusos de los poderosos, de los econĂłmica, financiera y tecnolĂłgicamente (más) poderosos?